Actúa como antioxidante neutralizando los efectos de los radicales libres.

De 1 a 3 litros al día en personas sanas. Durante todo el día especialmente en ayunas.

Se puede utilizar sin ningún problema aún que al calentarse pierde rápidamente el hidrógeno y sus efectos antioxidantes por lo que carece de sentido.

No. El hidrógeno que no se puede absorber por el cuerpo se expele por la vía respiratoria.

No, debe ser de mineralización muy débil o de ósmosis inversa.

No. El equipo no está preparado para ello. Se dañarían los componentes en contacto con el líquido.

Sí, incluso favorece la solubilidad del hidrógeno.

Sí, en termos de acero inoxidable, llenándolos completamente y sin dejar ninguna cámara de aire en su interior. No utilizar otro tipo de recipiente ya que el hidrógeno puede atravesar sus paredes.

No, el sabor y el olor se mantienen intactos.

No, la jarra tan solo añade hidrógeno al agua, no la potabiliza.

Entre 1 y 2 horas en un recipiente abierto. Si se conserva en la nevera, dentro de un termo inoxidable y sin cámara de aire, tardará en desaparecer varios días.

No, no existe ninguna contraindicación sobre el consumo de agua hidrogenada.

Es recomendable complementar los efectos antioxidantes del hidrógeno con una dieta mediterránea equilibrada.

Es un aditivo alimentario en la UE y está aprobado por la FDA, lo produce nuestro organismo en el intestino a partir de la fibra y se ha utilizado en altas concentraciones en el buceo sin problemas desde 1945.

Ya se tenía constancia en 1798 de sus efectos antiinflamatorios.